El poder debe usarse para garantizar la libertad y el bienestar de las personas. Por ello, las acciones políticas deben estar enfocadas a este fin, y es preciso conocer las necesidades de los habitantes de cada región para actuar con eficacia. Y para conocerlas, hay que consultarles.

Los países tienden a dividir su territorio en entidades menores para ser más eficientes en la administración del mismo. Valga de ejemplo España, con divisiones a grandes rasgos en comunidades autónomas, provincias, municipios, localidades, distritos y barrios.

Pues bien, siguiendo los preceptos del PDG, se debería preguntar a los residentes de las entidades administrativas menores (esto es, distritos o barrios) cuáles son las necesidades que tienen en su zona en primer lugar, ampliando luego la consulta a ámbitos mayores (localidad, municipio, provincia, comunidad autónoma, país, etc.), con suficiente anticipación a las elecciones para que los partidos que concurran puedan presentar sus programas teniendo conocimiento de las mismas. Este proceso debe estar abierto a todos los habitantes mayores de edad, con derecho a voto y durante un plazo de tiempo prudencial para que todos aquellos que lo deseen puedan dar su parecer.

Recabada la información, y puesta en común la diversidad de opiniones, será sencillo ver cuáles las que más se repiten y, por tanto, cuáles son las necesidades prioritarias de la mayoría, en las que los políticos han de centrar sus esfuerzos para resolver con mayor urgencia.

Este modo de proceder está planteado tanto en estadios previos a la creación de un gobierno mundial o una Unión Global de países, como durante y después, dado que no es preciso llegar al final del proceso para comenzar a poner en práctica la ideología del PDG.

PUNTOS CLAVE:

• El poder debe usarse para garantizar la libertad y el bienestar de las personas. Por ello, las acciones políticas deben estar enfocadas a este fin, y es preciso conocer las necesidades de los habitantes de cada región para actuar con eficacia. Y para conocerlas, hay que consultarles.
• Recabada la información, y puesta en común la diversidad de opiniones, será sencillo ver cuáles las que más se repiten y, por tanto, cuáles son las necesidades prioritarias de la mayoría, en las que los políticos han de centrar sus esfuerzos para resolver con mayor urgencia.
• Este modo de proceder está planteado tanto en estadios previos a la creación de un gobierno mundial o una Unión Global de países, como durante y después, dado que no es preciso llegar al final del proceso para comenzar a poner en práctica la ideología del PDG.