PDG (Capítulo 7: El principio de igualdad)

La existencia en el mundo de diferentes leyes y sistemas organizativos, impide que el principio de igualdad entre todos seres humanos impere realmente. Es muy posible que esto pueda suponer un freno para la conformación efectiva de un gobierno mundial o una Unión Global de países, dado que puede haber reticencias o desacuerdos a estar todos regidos por las mismas normas.

No obstante, de ser este el caso, hay un término intermedio por el cual podrían superarse estas diferencias, y es establecer una regulación común para determinadas facetas, especialmente aquellas relacionadas con los problemas globales, dejando a criterio de cada país la regulación propia de aquellas en las que no se encuentre consenso global. Es decir, unirse y legislar en las similitudes e intereses comunes, y respetar las diferencias en aquellas cuestiones en las que cada estado desee mantener su independencia. En este sentido, posibles legislaciones globales ante los problemas más acuciantes podrían ser, por ejemplo:

En el ámbito económico y social, establecer unos deberes y derechos de los trabajadores idénticos en todos los países para paliar los efectos de la deslocalización industrial. Y, por otra parte, establecer un régimen tributario basado no en cuantías determinadas sino proporcionales, es decir, toda actividad económica tendría la misma carga impositiva mediante un porcentaje fijo e invariable; de esta forma, todos estaríamos contribuyendo equitativamente al erario público en proporción a nuestras ganancias.

En el ecológico, adoptar las medidas necesarias para evitar el deterioro del planeta todos los países al mismo tiempo, impidiendo de esta forma que exista una desigualdad en el progreso por cuestiones temporales.

En el militar y armamentístico, crear un único arsenal para armas de destrucción masiva controlado exclusivamente por un gobierno mundial o una Unión Global de países para evitar que ningún estado pueda usarlas con fines partidistas y, al mismo tiempo, reducir la inversión en armamento redundante e innecesario derivado de la competencia entre las naciones.

PUNTOS CLAVE:

• La existencia en el mundo de diferentes leyes y sistemas organizativos, impide que el principio de igualdad entre todos seres humanos impere realmente. Es muy posible que esto pueda suponer un freno para la conformación efectiva de un gobierno mundial o una Unión Global de países.
• Hay un término intermedio por el cual podrían superarse estas diferencias, y es establecer una regulación común para determinadas facetas, dejando a criterio de cada país la regulación propia de aquellas en las que no se encuentre consenso global.